Qué comimos en Madeira.

¡Helado! 

(Dato importante: los helados artesanales estaban a 1'50 € el cono)

Y así de generosos son:
Algo que nos pareció muy curioso fue la cantidad de heladerias artesanales que había por Funchal y lo baratas que eran.

¿Alguien sabe cuántos comimos durante una semana? 

Pues ya lo digo yo, probablemente una media de dos, como mínimo, al día (porque el helado es amor).

Y no hay nada que siente mejor que un heladito en días de calor camino al mercado. 

Pues eso comimos, fuimos a Madeira a comer sólo helado JAJAJAJAJAJ, ¿se imaginan? 

La comida típica es, para mi gusto, exquisita. Es más, volvería a Madeira por dos cosas: para comer y rellenarme para Navidad y para acabar aquel camino a Caniçal.

Pues hablemos de comida, que eso es lo que nos reúne aquí: como dijimos en el último post, hay varios restaurantes a pie de playa para comer con el sonido de las olas y el olor a mar.

Así que qué mejor que comer frente al mar que unas lapas frescas bañadas en mantequilla y una ensaladita. (Si sigues leyendo te darás cuenta que la mantequilla está en todos lados. Pst, dato importante: las lapas están a 3'50 - 4 € la ración, como para comer lapas todos los días, ¿no?)

A parte de la ensalada y las lapas, lo que se ve en la foto es un "bolo do caco".
Es de las cosas más típicas que puedes encontrar en los restaurantes.
 

También lo encontramos en versión "pepito" con un bistec de ternera, ensalada y mantequilla (que no falte), pero con ese pan tan peculiar.

Sin duda, si tienes debilidad por el pan y la mantequilla (qué se que somos unos cuantos), siento decirte que Madeira es un buen lugar para convertirse en una bolita, pero una bolita rellena de amor. 



¿Más cosas que probar en esta isla de Portugal?
Su plato típico de bacalao con nata y papas (patatas para los señores peninsulares), de este plato no hay foto porque no hubo tiempo, ya saben, nos invadió la necesidad de atacar el plato antes. Pero digamos que es como una especie de... ¿lasaña de bacalao? A rasgos generales viene a ser el bacalao desmigajado con nata sobre una cama de papas y más nata por encima y luego en el horno la capa superior queda gratinada (En San Google hay mil recetas, sólo busca "bacalao madeira" y San Google te ilumina)

Otra cosa rica e imprescindible, pese al calor que hacía, es la sopa de trigo. La sopa que nos presentó a un señor con el que mantuvimos una conversación sin hablar en el mismo idioma y nos entendimos perfectamente. Y gracias a esto nos desveló el truco maestro típico para que la sopa esté aún más rica: un chorrito de vino tinto y ¡boom! magia para el paladar. 

Me recordó al rancho típico canario sólo que con mucha más verdura. (Y la foto no le hace justicia para nada).